enero 07, 2012

Cambio repentino

Una vez más, demuestro mi personalidad inconformista modificando todo de este espacio. Y ¿por qué? Porque sí. Porque quería hacerlo. Porque a diferencia de muchas otras cosas, puedo hacerlo. Creo que es lo único que puedo dominar, ya que ni con mis acciones pasa eso. Quería empezar de cero, pero era una lástima eliminar todas mis palabras escritas en un pasado incierto. Un pasado que me deprime, pero no me consume.
Por eso, opté por eliminar la mayoría de las entradas (que por cierto, de lo único que hablaban era de Lautaro), y dejar las que transmiten algo positivo o simplemente las que reflejan pensamientos que aún tengo.
En este tiempo pasaron cosas. Pasaron y no pasaron: situaciones similares a chubascos, que tan rápido como ocurrieron, igual de rápido se fueron. Y otras infinitas, tan largas y molestas que hasta el día de hoy me carcomen la cabeza. En fin, estoy bien, y no lo estoy. Estoy más bien que mal, eso es bueno... Creo. ¿Es común que todo te chupe un huevo? Porque es lo que me pasa. Y me gusta. Me gusta ser como una tapia frente a complicaciones, frente a problemas de otras personas que terminan siendo míos.
Quiero seguir escribiendo, porque me divierto y me descargo a mi manera, pero me tengo que ir. Esta entrada me llevó más de lo que se puedan imaginar, no soy buena para abrirme.
Gracias por leerme, y (aprovechando la ocasión), deseo lo mejor para este 2012, una buena me tiene que tocar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario