Tengo miedo. Tengo más que miedo. Ayer no pude dormir, y eso era porque no podía parar de maquinarme. No quiero que le pase nada, quiero que esté bien y siga siendo la persona malhumorada y loca de siempre. Espero que ese hijo de puta no le arruine la vida más de lo que lo hizo, porque juro ser capaz de cualquier cosa.
Y tengo miedo por mí. No sé por qué, pero estoy asustada por lo que pueda pasarme.
Tal vez sea por eso mismo, el temor suele hacernos pensar que siempre hay algo peor.
Anoche no podía más. Necesitaba gritar, sacarme el miedo de adentro con fuerza, pero no pude hacer más que llorar en silencio. Es horrible todo esto.
Ahora no tengo noticias, no sé cómo le fue con los estudios, no sé cómo está ella. Me preocupa demasiado.
Optimismo, esperanza. Nada más que eso.
Y si esto sale mal, no queda otra que festejar para sobrevivir.
febrero 04, 2012
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